dijous, 17 de gener del 2008

Valoración de la asignatura

De ser sincera, la elección de la especialidad Periodismo Científico no me suponía una gran alegría. De hecho, la escogí a causa de la falta de plazas en las otras ramas de especialización.

Sin embargo, llegamos al final de la asignatura. Y, ¿resultado? Creo que, a pesar del trabajo constante y a veces nada favorable para una alumna a punto de un ataque de nervios, la asignatura me ha hecho descubrir sobre todo que la ciencia es un tema muy poco elaborado y tratado por los medios de comunicación y que el debate sobre lo que es científico y no resulta siempre contradictorio, como hemos podido comprobar en los diversos análisis de la prensa estudiados en clase. Además, las discusiones suscitadas en clase sobre temas científicos y, normalmente, sobre qué se consideraba ciencia resultaron, bajo mi punto de vista, muy interesantes. Por lo que respecta a la realización de prácticas, éstas han permitido profundizar en temas que anteriormente desconocía.

Por otro lado, la idea del blog al principio me supuso un quebradero de cabeza más, pero pronto descubrí la temática que podía tratar, ese tema que relacionado con la asignatura siempre me había atraído: las drogas. Tengo que decir, no obstante, que lo publicado es sólo una pequeñísima parte de lo que me hubiese gustado hablar pues el escaso tiempo disponible no me ha permitido más.

dijous, 10 de gener del 2008

“No a la primera copa”

Un auditorio de alrededor de 60 personas escucha con atención cómo Pedro narra su dura experiencia. Aparentemente, se trata de un hombre sano, con un aspecto físico cuidado y una forma de hablar que transmite seguridad sobre sí mismo. Sin embargo, Pedro afirma ser “un enfermo emocional”, pues necesita que sus emociones permanezcan en calma para no recaer en el vicio que le estaba destruyendo la vida: el alcohol. Actualmente, Pedro intenta acudir a Alcohólicos Anónimos cada día, porque a pesar de que ya no consume esta droga legal, se considera “un alcohólico en recuperación”, que necesita un apoyo que ha encontrado en esta asociación.

Antes de iniciarse en el consumo de alcohol, Pedro ya tenía problemas personales. Recuerda con nostalgia un ambiente familiar no demasiado agradable y hace hincapié constantemente en el escaso cariño que recibió de su padre, que quizás le dejó secuelas. Además, algo que parece haberle afectado es que su padre visitaba a las cenicientas del amor cuando éste debiera haber estado, cual padre, acompañando a su familia en los días de celebración navideña.

Empezó a beber acompañando a su padre en “plan colegas”. El progenitor bebía cada día como si de poner la radio se tratara, aunque Pedro no especifica la cantidad diaria ingerida por éste. Bien, pues este ejemplo paterno fue asumido por Pedro, que acompañaba a su padre en las tertulias del alcohol. Pero el problema fue apareciendo en cuanto Pedro se fue haciendo tolerante a las dosis que tomaba y, a pesar de que bebía de vez en cuando, lo hacía en cantidades exageradas. Y el alcohol se convirtió en su refugio, en su forma de evasión del mundo que le rodeaba. “El resultado de mi manera de beber fue el resultado de mi manera de vivir”, comenta. Su carácter obsesivo le llevaba a tener pensamientos circulares, le daba vueltas al mismo problema y sufría por cosas que no existían en realidad. Y para evitarlo, ahí estaba el eterno compañero, el compañero fiel. Pero al día siguiente, nada se había solucionado, la resaca se sumaba a los problemas que continuaban presentes. Entonces, se sentía mal y no recordaba absolutamente nada de lo que había hecho en estado de ebriedad, aunque reconoce haber sido violento, haber sacado “la bestia” que llevaba dentro cuando había bebido. No tenía límite, no sabía parar, no podía decir no a una copa, era incapaz de dejar una gota de alcohol en la botella.

Pese a las amenazas de divorcio de su mujer, Pedro continuaba con su adicción al alcohol. Pero por motivos que no explica, un día tocó fondo y decidió ir a Alcohólicos Anónimos. Es una sugerencia que ya le había realizado su psiquiatra con anterioridad, a lo que él había quedado extrañado, pues no era consciente de su problema con la bebida.

Hace más de cuatro años que Pedro visita Alcohólicos Anónimos. No obstante, los inicios en la organización fueron duros. “Cuesta desnudarte, contar tu vida delante de otras personas y encima reconocer que tienes un problema”, afirma. En Alcohólicos Anónimos hablan en grupo de temas generales y también cuentan sus experiencias, que aunque resulte doloroso los une porque se sienten reflejados. El único requisito que demanda la asociación es que el alcohólico quiera realmente dejar de beber. Sin embargo, en la recuperación de un alcohólico son muy habituales las recaídas, ya no tanto por la dependencia física que genera el alcohol –que desaparece en unos días- sino por la psicológica. Pedro padeció una recaída cuando después de estar tres semanas sin consumir, entró en un bar y se embriagó, pese a que le habían advertido en Alcohólicos Anónimos que no lo hiciera. Es el enérgico poder de los factores ambientales, que lleva al alcohólico a relacionar bar con alcohol. Por eso, desde aquel día no visita bares, ni los lugares donde antes iba, ni se relaciona con sus antiguas amistades. Conservar la vida que llevaba seguramente supondría volver a recaer.

Ahora, Alcohólicos Anónimos es como su segunda casa donde escucha y se siente escuchado, con el resultado de salir refortalecido de allí. Considera, además, que su carácter ha cambiado pues intenta ser más cariñoso con los demás. No se siente curado, si bien es consciente de que ya ha superado lo peor. Por eso, el lema de este anónimo es “No a la primera copa”.

dimarts, 8 de gener del 2008

Métodos peculiares en el tráfico de droga


Ayer, leyendo la prensa, advertí una noticia algo excepcional de la cual la mayoría de diarios de ámbito estatal se hacían eco. El suceso era acerca de una operación en la que la policía española y portuguesa decomisaba alrededor de cinco toneladas de cocaína el pasado 22 de diciembre. Hasta aquí todo bastante habitual. Pues, normalmente, la mayoría de noticias que se publican sobre el tema drogas tienen que ver con detenciones realizadas por tráfico de sustancias ilegales.

Sin embargo, este caso es inusual. Resulta que la organización criminal pretendía introducir un contenedor frigorífico en el que se guardaban 24 toneladas de pulpo congelado, pero… ¡Sorpresa! El pulpo iba acompañado con una salsa de clorhidrato de cocaína, aproximadamente unas cinco toneladas de la droga, que se pretendían distribuir por Europa, pasando por Portugal y España. La mala suerte es que la policía realizó el test de cocaína a una de las cajas que contenían los octópodos y dio positivo. Y, lógicamente, les cayó la del pulpo.

Hasta la misma policía ha destacado la “singularidad” del proceso de camuflaje, cosa que me ha recordado a las conversaciones con una compañera que trabajó, en periodo de prácticas, en una de las prisiones de Barcelona como Educadora Social. Desde el primer momento, entabló relaciones cordiales con los presos y éstos les explicaban sus estrategias a la hora de entrar sustancias ilegales en la cárcel. Sí parece mentira, a pesar de los rigurosos controles que ejercen los funcionarios, la droga entra y se consume.
Uno de los camuflajes que más me llamó la atención fue la “operación naranja”. La táctica trataba de, mediante una jeringuilla (de las que usan para ponerte las vacunas), inyectar a través de los poros de la piel de la naranja clorhidrato de cocaína. Entonces, en el bis a bis, uno de los familiares del preso le entregaba un paquete con comida, nada sospechoso, que contenía las naranjas con el polvo blanco. Y luego para desayunar, zumito de cocaína. Un procedimiento bastante peculiar igual que el novedoso pulpo a la cocaína. No obstante, los funcionarios de esta prisión empezaron a notar estados extraños y prohibieron la entrada de alimentos, por lo que se les acabó el chollo. Pero los presos al igual que los narcotraficantes no van a renunciar a su consumo o negocio, por lo que pronto veremos en la prensa o escucharemos a través de comentarios nuevas estrategias insólitas para hacer llegar la droga a las manos de su consumidor.

http://www.elpais.com/articulo/espana/policia/halla/9000/kilos/cocaina/ocultos/cargamento/pulpo/congelado/elpepuesp/20080107elpepunac_3/Tes

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/01/07/espana/1199697025.html

http://www.europapress.es/00282/20080107111738/sucesos-policia-incauta-alijo-cocaina-camuflada-pulpo-congelado-registra-casas-illescas-toledo.html

http://www.europapress.es/00069/20080107160811/espana-portugal-policia-situa-casi-toneladas-cocaina-incautada-pulpo-congelado-destino-galicia.html

diumenge, 6 de gener del 2008

100 euros por noche

La siguiente pieza es una entrevista realizada en el año 2005 a un ex-consumidor de una de las drogas de diseño más extendidas entre los jóvenes en ambientes lúdicos: el éxtasis. Una sustancia ilegal que produce una sensación de euforia y felicidad culminante a los minutos de ser ingerida. Por otra parte, el perfil del consumidor de éxtasis suele asociarse con el patrón de policonsumo, tal y como sucede con el testimonio que se presenta a continuación. Además de éxtasis, consumía otro tipo de drogas, tanto legales (alcohol, tabaco) como ilegales (cocaína, speed, entre otras). El entrevistado explica su experiencia con las drogas, que recuerda emocionante, aunque siempre hay un después y a veces no resulta tan maravilloso.

A.M.L., de 26 años, inició su camino hacia las drogas de diseño cuando sólo tenía diecinueve años. La primera vez que consumió fue en una discoteca de Barcelona llamada “Ciutat la Nit”. En un principio, la cantidad que se podía llegar a gastar era alrededor de veinte euros en una noche. A medida que pasaba el tiempo, las dosis que llegaba a consumir se iban multiplicando y, por este motivo, cada vez hacía falta más dinero. “Las veces que más me he metido, podía llegar a fundirme cien euros en una noche”, me explicaba él. Cuando empezaron a vivir el mundo de las noches y el ambiente de las discotecas, sus amigos y él quisieron experimentar con las drogas de diseño. En un primer momento, las paranoias propias le hacían creer que todo el mundo le observaba en el momento en el que se tomaba alguna sustancia. Por eso, prefería ir al lavabo para que no lo viese nadie. Con el tiempo, ya no se molestaba en pasar inadvertido, ya que su obsesión en aquellos momentos era meterse algo. Por tanto, no le importaba que cualquiera lo viese, él se tomaba la droga en medio de la pista de baile.

Su primer paso hacia el camello lo dio cuando ya era un consumidor habitual de drogas de diseño. A algunos los conocía; otros, en cambio, se limitaban a venderle la sustancia y cobrársela. Se dirigía al camello y le pedía lo que fuera: “¿Tienes pastillas?” o “¿Qué tienes?”, en el caso de que le fuese indiferente el tipo de droga a consumir. Posteriormente, era el momento de meterse la sustancia. Las sensaciones llegaban a los pocos minutos: euforia, aceleración, desinhibición, felicidad y ganas de mucha fiesta son algunos de los síntomas que sentía. “Me gustaban los efectos que producían, cuando iba drogado me sentía totalmente feliz”, me comentaba. Las diferencias entre una noche con drogas y una noche sin drogas, en su caso, eran obvias. En el momento que tomaba cualquier droga de diseño, su estado mental modificaba sus relaciones interpersonales. Quería a todo el mundo y se sentía repleto de cariño que recibía de su entorno. Además, bailaba de forma más intensa porque “en esos momentos, cuando vas así, eres una persona más receptiva a todo, estás dispuesto a querer a todo el que se te acerque y valorarlo con exaltación”. No obstante, si por una remota casualidad el consumidor está preocupado por algún problema concreto, las drogas pueden ponerse en su contra y agravar aún más esta situación.

Medio gramo de cocaína, medio gramo de speed, dos puntas de ketamina, cinco pastillas, dos o tres “potes” de éxtasis líquido, hachís y alcohol completaban la noche del sábado y la mañana del domingo sin que se percatara del dinero que se había dejado en drogas. Al día siguiente, se encontraba fatal, sin ganas de comer y con dolor de cabeza. “Me sentía como una planta, porque estás sin reflejos, arrepentido de toda la mierda que te has metido durante toda la noche”. Sin embargo, una vez en el ambiente se veía incitado de nuevo a consumir, sin recordar “el maldito día siguiente”. Pero un sobresalto que sufrió uno de esos días de “fiesta al límite” lo asustó de tal modo que decidió dejar ese estilo de vida. “Aquel día me invitaron a todo, pero cuando me metí la ketamina, la cabeza me dio un zumbido y me quedé totalmente inconsciente”. A partir de entonces, A.M.L. no consume drogas y, ahora, afirma que se alegra de haber tomado esa decisión.

dijous, 3 de gener del 2008

Los cannabinoides, una posible esperanza contra los tumores cerebrales


En España, el consumo de cánnabis está ilegalizado en sitios públicos, aunque no está penalizado el uso privado de esta sustancia. Por lo tanto, en nuestro país es legal consumir a escondidas una droga ilegal, algo un tanto enrevesado.

Paralelamente a la cuestión de la ilegalidad del cánnabis, surge un nuevo debate. En los últimos años, algunos investigadores han descubierto posibilidades terapéuticas en dicha sustancia, hecho que ha reavivado las esperanzas de algunas asociaciones de pacientes, como por ejemplo los enfermos de cáncer de cerebro.

Uno de estos científicos del panorama español es Manuel Pastor Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad Complutense de Madrid, que investiga desde hace 7 años como los compuestos activos del cánnabis (cannabinoides) afectan a las células del sistema nervioso. Los principales resultados de su tarea investigadora son que los cannabinoides inducen a la muerte de las células de glioma, el tumor cerebral más maligno, aunque todo ello sin trastornar de forma significativa el funcionamiento de las células nerviosas sanas. Además, Pastor Guzmán y su equipo llevaron a cabo un ensayo clínico piloto con un grupo de enfermos terminales. Se trataba de extirpar parte del glioma, para instalar en la oquedad resultante un catéter en el cual se inyectaba una solución de tetrahidrocannabinol (THC), uno de los principales componentes activos del cánnabis. El ensayo mostró que los pacientes toleraron mejor el THC que otro tipo de terapias a las que ya habían sido sometidos, como la radioterapia. Así pues, estudios y ensayos clínicos como los del doctor Manuel Pastor Guzmán abren nuevas vías terapéuticas para paliar esta enfermedad y sobre todo avivan los ánimos de aquellos que la sufren.

Sin embargo, ¿por qué si estos compuestos son capaces de contrarrestar una de las patologías que provocan más muertes en nuestro país no es legalizada como fármaco? La polémica está servida. Mientras, por un lado, aparecen diferentes investigaciones que aprueban las posibilidades medicinales de los cannabinoides, por otro lado, el consumo recreativo de cánnabis entre los menores se ha incrementado en los últimos tiempos y en edades cada vez más tempranas, realidad que asusta a padres y otras instituciones como el Ministerio de Sanidad y Consumo.

No obstante, este tipo de instituciones ponen énfasis en los efectos negativos de la sustancia (que los tiene, por supuesto), por lo que existen ciertos aires de hipocresía, pues se presenta al cánnabis como una droga muy peligrosa cuando ésta es menos nociva para la salud y menos adictiva que otras drogas como el legalizado alcohol. Entonces, si la muerte de ciertas personas se puede evitar a partir del uso medicinal de los cannabinoides, ¿a qué estamos esperando para poner la terapia en práctica? Aunque de momento debemos ser pacientes y dejar en manos de los científicos lo que sucede con esta nueva posibilidad curativa.

Información consultada en:
Noticia: http://pasteur.crg.es/portal/pls/portal/docs/1/10248.PDF

dijous, 13 de desembre del 2007

JUSTIFICACIÓN DEL BLOG

Desde siempre, me ha interesado el tema que voy a tratar en este blog: las drogas. En los últimos años, la información sobre los efectos que pueden provocar este tipo de sustancias ha aumentado considerablemente, originando así, una sobreinformación indiscriminada y nada clara para el lector. Por ello, mi objetivo es indagar e intentar opinar sobre las diversas noticias y publicaciones acerca del tema.

Desde tiempos remotos, el consumo de drogas se ha llevado a cabo de una forma natural, usándola sobre todo como método medicinal para muchas enfermedades. Sin embargo, es a partir del siglo XX que se empieza a realizar un consumo abusivo y recreativo. Paralelamente, los científicos empiezan a investigar sobre los efectos que causan en el organismo del ser humano este tipo de sustancias. Es cuando se descubran consecuencias nocivas para la salud que los gobiernos de diferentes países empezarán a desarrollar legislaciones más prohibitivas con el consumo de drogas.

No obstante, no existe una sola perspectiva desde la que observar el fenómeno de las drogas. Los medios de comunicación, gobierno, médicos, entre otros, se empeñan en advertirnos sus efectos nocivos. Pero, ¿quién nos informa de las posibilidades terapéuticas que tienen algunas drogas?

Esta, entre otras, es una de las finalidades de este blog. Averiguar las dos caras de las drogas.